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El Sistema de Salud trabaja para prevenir enfermedades de estación
JUEVES 18 DE JUNIO DE 2015
En otoño e invierno, las enfermedades respiratorias son muy frecuentes, por eso es necesario saber cómo prevenirlas, y en el caso que nos afecten, acudir al centro médico más cercano.
Las enfermedades más recurrentes en el otoño y el invierno son la gripe o influenza, la neumonía, la bacteria del neumococo, afectando a todas las edades. En el caso de los más pequeños, la bronquilitis y la tos ferina o coqueluche son las enfermedades más frecuentes.
Para prevenir las enfermedades de estación es fundamental tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Lavarse las manos antes de comer.
• Lavarse las manos antes de atender al bebé.
• Higienizarse el rostro y las manos después de toser o estornudar.
• Lavarse las manos después de ir al baño, o al entrar o salir de la escuela.
• Lavarse las manos luego de tener contacto con personas enfermas.
En el caso de los más chicos, es importante mantener la lactancia por lo menos hasta los 6 meses, y de ser posible, continuarla hasta el primer año. Cumplir con el calendario de vacunación obligatorio es fundamental para prevenir no sólo estas enfermedades estacionales, sino otras que afectan a su desarrollo y crecimiento. En lo posible, se recomienda evitar el contacto de los niños con personas resfriadas o enfermas.
Otros consejos para evitar que el virus o bacteria trascienda, es ventilar los ambientes, teniendo especial cuidado con braceros y estufas, y evitar el humo de cigarrillo y otros.
Es importante saber identificar cuáles son las señales de alarma, por ejemplo, la fiebre, la inapetencia, si se presenta dificultad para dormir, palidez o piel morada, agitación, tiraje intercostal (se da cuando los músculos entre las costillas tiran hacia adentro, siendo un síntoma de emergencia), entre otros. Si alguno de estos síntomas aparece, es necesario acudir al hospital o Centro de Atención Primaria más cercano para que los especialistas puedan revisar al enfermo y darle el tratamiento necesario.
Se debe tener en cuenta que los tratamientos indicados por los médicos no deben ser interrumpidos, aunque note una mejoría a corto plazo, si la enfermedad no es tratada como es debida, se pueden generar complicaciones y la cronicidad del estado.
Los Agentes Sanitarios visitarán de forma periódica los hogares en los que haya un bebé hasta los 40 días, que es la edad de riesgo. Toda la familia del recién nacido recibe recomendaciones de cuidados y signos de alerta. El Sistema de Salud se encargará de entregar los medicamentos de forma gratuita y de distribuir las vacunas obligatorias en cada CAPS y hospitales.
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