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El dinero que debería ser de la salud
LUNES 01 DE JUNIO DE 2015
Como todos ustedes saben para la semana que viene distintas centrales sindicales preparan un nuevo paro nacional. Será el próximo martes y se esperan altos niveles de acatamiento.
Los motivos que impulsan el reclamo son varios. Por un lado se exige una reformulación del impuesto a las ganancias, que desde hace un tiempo es un impuesto al trabajo. También se pide un aumento de emergencia para los jubilados como comentamos la semana pasada.
Hoy nos queremos centrar en otro de los reclamos que propugnan los sindicalistas. Tiene que ver con el dinero de las obras sociales.
Para comprender el reclamo ese necesaria una mínima introducción sobre el funcionamiento de las obras sociales sindicales. Hay de distinto tamaño, grandes y chicas, dependiendo del gremio y funcionan con un criterio solidario.
La solidaridad radica en que existe un Fondo Solidario de Redistribución. Un porcentaje del aporte de los trabajadores al sistema de la seguridad social va a ese fondo. La idea es que ese dinero sirva para cubrir las prestaciones que son de alta complejidad y baja incidencia. Por otro lado, esos servicios son los más caros.
Entonces si una obra social pequeña, por una determinada situación, se ve obligada a cubrir varias de estas prestaciones su salud económica, y por lo tanto su funcionamiento, se pueden ver afectadas. Por ello, con un criterio solidario, se creó este fondo.
El problema que denuncian los representantes gremiales es que ese dinero es controlado por el Gobierno Nacional. Según la ley de obras sociales cada año el dinero debería distribuirse proporcionalmente a las distintas obras sociales.
Pero esto no se hace, o, en el mejor de los casos, se hace a cuentagotas. El último dato oficial que se tiene sobre la cuenta bancaria del Fondo Solidario de Redistribución es del 31 de diciembre de 2011. Para ese entonces había poco más de diez mil cuatrocientos millones de pesos.
A groso modo, los sindicalistas calculan que ese fondo se incrementa, debido a los aportes de los trabajadores, a razón de 300 millones de pesos por mes. Hoy el fondo se estima en 28 mil millones de pesos.
Se trata de una enorme masa de dinero de la que oficialmente no hay datos actualizados. Sí se sabe que es dinero que mes a mes se les descuenta a los trabajadores.
Por el momento, esa plata no está en la salud.
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