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Clarín) Los vecinos que se adaptan a una nueva rutina puertas adentro, tal vez ya se hayan acostumbrado a un sonido que viene desde la ahora lejana calle: el de las máquinas hidrolavadoras o de las que cepillan los cordones. Es que, mientras la mayoría de las personas se quedan en casa, los empleados del servicio de higiene urbana de la Ciudad trabajan desinfectando cuadra por cuadra, contenedor por contenedor, plaza por plaza. Es parte de las acciones que se están tomando para evitar que el coronavirus? se propague.

El operativo, coordinado por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño, consiste en intensificar la limpieza de calles, veredas, contenedores, parques y plazas, y el mobiliario urbano de toda la Ciudad. Para la desinfección, utilizan hipoclorito de sodio, un compuesto químico fuertemente oxidante que, disuelto, no es otra cosa que la lavandina. Este producto tiene un alto poder para neutralizar a ese enemigo invisible que es el coronavirus.

Clara Muzzio, Ministra de Espacio Público e Higiene Urbana: “Pusimos en marcha un plan de desinfección del espacio público y tomamos medidas de precaución extraordinarias para el sistema de higiene urbana -explica Clara Muzzio, la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana-. Tenemos que cuidar a quienes protegen nuestra salud y a los que deben seguir saliendo a la calle para trabajar por el bien de todos. A los demás, hoy nos toca quedarnos en casa y cuidarnos para prevenir el avance de la enfermedad. Entre todos nos cuidamos del coronavirus. Si se cuida uno, cuida al resto“.

La limpieza se reforzó en las 12 mil manzanas de la Ciudad de Buenos Aires. Además, se realiza el hidrolavado de veredas, calles, sumideros y de los cordones. Para esto último, pasan unas máquinas que los lavan y cepillan. También recorren las calles, avenidas y carriles de Metrobus unos vehículos con rociadores que van lanzando el desinfectante.

En los entornos de áreas sensibles, como hospitales y centros de salud, geriátricos, ferias de alimentos, centros de trasbordo, plazas y parques, la desinfección es diaria.

El mobiliario urbano, como refugios de colectivos, bancos ubicados en la vía pública y puntos verdes, también es lavado y desinfectado.

Además se está trabajando en el lavado intensivo de los 29 mil contenedores de residuos (grises, negros y verdes) distribuidos en las calles porteñas. A cada uno le pondrán un mensaje para que los vecinos recuerden lavarse las manos después de depositar sus bolsas de basura.

En Espacio Público subrayan que el servicio de recolección de residuos se presta normalmente. “Le pedimos a los vecinos que saquen la basura y regresen a sus casas. Y que sigan todas las medidas indicadas, como lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto entre manos y cara”, pidió Muzzio.

Los operarios que trabajan en la desinfección cuentan con guantes y alcohol en gel o agua y jabón para protegerse. Además, se implementó una nueva modalidad de trabajo escalonado en la salida de sus bases operativas, con el objetivo de evitar concentración de personal o aglomeraciones.

Antes de los recorridos, cada camión o máquina es higienizado. Especialmente en los puntos de contacto con el chofer: el volante, el asiento, el freno de mano y el pasamanos.

“Mantener la higiene es fundamental para minimizar las posibilidades de contagio del coronavirus -sostiene Felipe Miguel, el jefe de Gabinete del Gobierno porteño-. Estamos trabajando para cuidar a cada vecino, tomando todas las medidas necesarias en base a las recomendaciones de los expertos de la Ciudad y de la OMS”.

El funcionario subrayó: “Cada uno de los vecinos está desempeñando un rol central quedándose en su casa y cumpliendo con el aislamiento obligatorio, que es esencial en esta etapa. Este esfuerzo conjunto es indispensable para que podamos hacerle frente a la situación sanitaria”.