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El presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) y especialista en cuestiones económicas relacionadas a la salud, Jorge Colina, brindó una charla en el auditorio de FABA el pasado 29 de noviembre sobre: “Estado de la economía y hacia hacia dónde va la salud privada en Argentina”. Minutos antes dialogó con FabaInforma, y contó cuáles son sus puntos de vista y las perspectivas financieras de cara al futuro y adelantó que el panorama “será complicado”. Sobre la actualidad monetaria del país, Jorge Colina reveló que “el Estado está sin financiamiento, el mercado no le quiere prestar más plata”, situación que llevó al gobierno a concretar un reperfilamiento de la deuda contraída.

Al mismo tiempo, remarcó que “no hay espacio para emitir dinero, porque la gente cada vez que tiene un peso en el bolsillo se va a comprar cosas o dólares, y ambas variables alimentan la inflación”. Con la mira puesta en los próximos meses adelantó que “vamos a tener un diciembre, enero y febrero complicados en esos términos”, y con respecto al sector de la salud expresó que la inflación continuará siendo un factor determinante porque los prestadores médicos “atienden a un paciente y cobran a los 90 o a los 120 días” y, por lo tanto, “el cobro les licúa sus ingresos”.

En otro orden de cosas, acerca de la divisa norteamericana vaticinó que “es posible que en los tres primeros meses del nuevo gobierno el dólar suba, seguramente se ponga por arriba de 70 pesos y después puede llegar a estabilizarse un poco. Pero igual va a golpear a los bioquímicos, porque además de tener los insumos en dólares, también tienen mucho gasto de salarios”.

Continuando con su análisis sobre el futuro financiero, Colina sostuvo que “en febrero habrá que dar un aumento de sueldo, y quizás en marzo y en abril también, para compensar la inflación de 2019 que va a ser alta, llegará al 58%”, a lo que habría que sumarle también otros gastos elevados que deberán afrontar los profesionales al comienzo de 2020. En este sentido, el economista añadió que el próximo año “va a ser muy complicado para los bioquímicos, porque viene un aumento de salario muy fuerte para sus empleados y además el incremento en los insumos”, por lo que anticipó que probablemente haya que atravesar una crisis similar a la que golpeó al sector durante casi todo el 2019.

Por otra parte, se refirió a la cobertura de las mutuales y el escenario actual: “Las obras sociales provinciales en general están complicadas, eso va a ser una dificultad más para los bioquímicos. Lo mismo ocurre con PAMI, que está pagando muy atrasadamente, con tarifas muy bajas. Los ajustes que da son insuficientes. Y las obras sociales sindicales tienen un poco más de oxígeno, porque la recaudación la recibe mes a mes”. En este sentido, planteó que una posible solución al respecto sería que se coordine “un adelanto en el pago de las facturas y que no se demore 90 días, porque si no eso le hace mucho daño al prestador”.

Según la visión del economista, “la salud privada se ve más afectada porque trabaja con facturación. La salud pública, en cambio, trabaja con un presupuesto y más del 90% lo gastan en salarios y eso hace que no sea tan complicado como el sector privado, que tiene que cumplir con los sueldos, comprar los insumos y esperar entre 90 y 120 días para cobrar”. Por último, Colina expresó que las perspectivas para el corto plazo tiene algunos obstáculos que los profesionales deberán sortear y concluyó en relación al equipamiento que “cuando aumenta el dólar se dificulta porque se pone más caro y los prestadores cobran en pesos. El dólar va a estar caro en los próximos dos años, con lo cual estos inconvenientes con los insumos se va a mantener, así que habrá que adaptarse al nuevo entorno que seguro será complicado”.